El secreto del maracuyá está en su cáscara

En 1569 un médico español de apellido Monardes escribió y documentó el uso que daban los indígenas amazónicos al fruto y a la planta del maracuyá (Passiflora edulis), propagando así este conocimiento al viejo mundo.
Es bien conocida la importancia de una dieta rica en fibras.
La Pectina es una fibra soluble que, junto con la celulosa y la lignina, compone la pared celular de las plantas; la manzana, la pera, la naranja y el limón son frutos ricos en pectina.
Hay múltiples estudios científicos que avalan que la pectina es una fibra determinante en diversas funciones:
Regularidad: la pectina ayuda en la formación del bolo fecal, mejorando el tránsito intestinal tanto en casos de estreñimiento como en procesos diarreicos. Control de peso: la pectina es un reconocida inhibidor del apetito que provoca sensación de saciedad. Además la pectina impide la absorción de grasas.
Diabetes: gracias a la capacidad de retener agua de la pectina, ralentiza la absorción de azúcares en el intestino mejorando la intolerancia a la glucosa. Prevención cardiovascular: la pectina ayuda a eliminar el colesterol en sangre, ya que gelifica los ácidos biliares ayudando a su expulsión con las heces y disminuyendo el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Prevención de cáncer de colon: el consumo de pectina reduce en gran medida el riesgo de padecer cáncer de colon.
¿Por qué la fibra de cáscara de maracuyá?
La harina de cáscara de maracuyá tiene el mayor porcentaje de pectina respecto a otros frutos. Ello permite una acción más eficaz sin necesidad de acercarse a los niveles máximos de ingestión de fibra marcados por la OMS (35gr diarios).
Rendimiento de pectina. Fuentes ITESCAM (Instituto Tecnológico Superior de Calkini) y Armando Sabaa Srur, Facultad de Nutrición de la Universidad de Río de Janeiro.
FRUTA
% PECTINA
Naranja - 9,24
Pomelo - 9,99
Limón mandarina - 4,07
Cáscara de Maracuyá - 20,00
NOTA: este documento sólo tiene propósito informativo y educativo. No pretende dar consejos médicos.A diferencia de otra frutas, el contenido en azúcares de la cáscara de maracuyá es extremadamente bajo.
Como ya hemos señalado, la pectina ralentiza la absorción de azúcares en el intestino mejorando la intolerancia a la glucosa, en este caso, además al tener la cáscara de maracuyá un bajo contenido en azúcares, se convierte en un aliado idóneo en el control del nivel de azúcar.
Especial celíacos:
No contiene gluten. Por su textura y sabor, la harina de cáscara de maracuyá es idónea en sustitución del pan rallado en cocina y repostería (elaboración de croquetas, carne empanada, etc.).
Sugerencia de consumo:
- Regularidad: añada una cucharada sopera al zumo o la leche del desayuno.
- Regularidad y control de peso: tome 1 cucharadita 20 minutos antes de cada comida.